Exfoliación Química: AHAs vs. BHAs – ¿Cuál necesita tu piel?
Durante mucho tiempo, la exfoliación se asociaba únicamente con geles que contenían partículas físicas (exfoliación mecánica). Sin embargo, la exfoliación química ha revolucionado el skincare al ofrecer resultados más uniformes y profundos sin agredir la barrera cutánea con fricción innecesaria.
Los protagonistas de esta revolución son los hidroxiácidos, divididos principalmente en dos categorías: AHAs (Alfa-hidroxiácidos) y BHAs (Beta-hidroxiácidos). Aunque ambos tienen el objetivo de eliminar células muertas, trabajan de maneras muy distintas.
1. AHAs (Alfa-hidroxiácidos): Los iluminadores
Los AHAs, como el ácido glicólico o el ácido láctico, son solubles en agua. Trabajan principalmente en la superficie de la piel, rompiendo el "pegamento" que mantiene unidas a las células muertas.
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Ideal para: Piel seca, dañada por el sol o con textura irregular.
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Beneficios: Mejoran la luminosidad, suavizan líneas finas y ayudan a retener la hidratación.
2. BHAs (Beta-hidroxiácidos): Los limpiadores de poros
El BHA más conocido es el ácido salicílico. A diferencia de los AHAs, este es soluble en aceite, lo que le permite penetrar profundamente dentro de los poros para disolver el sebo y la suciedad.
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Ideal para: Piel grasa, mixta o propensa al acné y puntos negros.
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Beneficios: Desobstruye poros, reduce la inflamación y tiene propiedades antibacterianas.
¿Cómo elegir?
Si tu preocupación principal es el tono apagado y las arrugas, un AHA es tu mejor aliado. Si luchas contra el brillo excesivo y los brotes, el BHA es indispensable. Incluso puedes usarlos juntos en fórmulas combinadas si tu piel es resistente.
Recuerda: la exfoliación química aumenta la sensibilidad al sol, por lo que el uso de protector solar al día siguiente no es opcional.
